En estas pocas líneas, trataremos de recordar el simbolismo y la historia detrás del matrimonio.
Muchas veces con el pasar del tiempo, vamos perdiendo tradiciones que han marcado a la humanidad, muchas por tildarlas de antiguas y otras porque ya no representan lo que antes significaban. La modernidad, muchas veces perjudicial para el ser humano, también se ha encargado de hacernos olvidarlas y en otros casos modificarlas y transformarlas en meros formalismos, que si no los conocemos, los hacemos por seguir lo que “se acostumbra hacer” y porque todos lo hacen.
Habiendo transcurrido los años de enamoramiento, llega el momento de pedir la mano de la novia.
Este acto simboliza el consentimiento que el padre de la novia otorga a su hija para que se case.
Antes, como conocemos, este momento era cuando el padre acordaba o arreglaba el matrimonio de su hija. Hoy, este acto tiene un simbolismo mucho más familiar como es el de compartir y contar a su familia y a la de su novia su deseo de contraer nupcias. Y claro, a su vez, pedir permiso simbólicamente al padre de la novia para poder casarse con ella. Luego de este preámbulo, y al haber el padre aceptado el compromiso, el novio entrega el anillo de compromiso en presencia de las familias, y todo está listo para que con la ayuda de GAUDIUM se inicien los preparativos de la boda.
Por otro lado, es muy usual también en estos días prescindir de este momento tal cual la costumbre, y el novio prefiere entregar el anillo de compromiso a su novia a modo de sorpresa y luego comunicar a la familia. Como en este mundo cambiante todo ha evolucionado, una vez entregado el anillo a la novia, los futuros esposos comparten esta noticia con sus familias en un evento erróneamente llamado “pedida de mano” (la novia ya aceptó el anillo de compromiso y su mano ya está dada!). La familia del novio acude a la casa de la familia de la novia, y quien sustenta este evento es la familia de la novia, aunque esto ya no es muy utilizado. El momento del anuncio puede ser durante la comida o posterior a ella, dependiendo del novio. Esto también se lo puede efectuar en un salón o restaurante. Es una tradición del novio, el enviar un ramo de flores blancas por la mañana a la novia.
Para los enamorados de hoy, esto carece de sentido, ya que han sido tantísimas veces que se ha cenado con los futuros suegros y las familias han compartido entre ellas tanto durante el noviazgo de sus hijos que no es necesario un nuevo acercamiento y presentación. Pero hay que recordar que antiguamente al novio le era imposible entrar a la casa de su enamorada y las familias poco o nada se conocían. Es por eso que al anunciar su matrimonio, también se realizaba un pequeño acto donde el novio y la novia presentaban a su familia respectivamente.
Volviendo a nuestra pedida de mano, es importante recordar que quien lidera el acto son los padres de la novia. Los padres del novio se colocan a la derecha de los respectivos padres de la novia, y si alguno de los padres es viudo, es muy cordial y de educación que se les escriba o notifique a los padres del cónyuge fallecido. El padre de la novia inicia dando la bendición a la pareja, luego el padre del novio dedica unas palabras al padre de la novia y a la pareja y por ultimo el novio dedica unas palabras a su suegro.
Era tradición que durante este momento los novios y únicamente ellos intercambien regalos, el novio por lo general obsequiaba un anillo de brillantes (ojo que ya lo entregó sorpresivamente…!) y la novia un reloj, pero actualmente nada de esto se realiza y la entrega del anillo tiene otra connotación.
Como en todo evento, no puede faltar el vino espumante para el momento del brindis y el vino para todo momento para celebrar tan importante acontecimiento.
GAUDIUM puede estar contigo en este momento tan especial de tu vida. Sólo llámanos!